martes, 31 de agosto de 2010

METÁFORAS.

Hoy decidí escribirte canciones al oido mientras tus dedos acariciaban mi espalda,
Hoy era el momento en que debía abrazarme a tus piernas mientras me agarrabas las manos para que no escapase,
No me basé en una foto, o un poema, ni mucho menos en algún recuerdo bajo el humo de un cigarro,
solo en aquel oscuro ser que desgarró la habitación y al cual decidimos rendirle pleitesía.
Así que dijimos esas palabras memorables que luego olvidamos en el tiempo pero que se que todavía estan en tu memoria,
tal vez fue un conjuro, una canción o un hechizo,
todas acompañadas de mil sonrisas, gritos sordos y seres ausentes en la oscuridad de la noche.
Este sueño inerte pasó tan rápido como las horas muertas de tu reloj y fue ahi cuando llegó la hora de irse.
Aun recuerdo esas palabras que nos convertían en nuestros únicos dioses y con las que formabamos nuestra propia religión.
Yo dejé de ser un roedor para convertirme en león y tu dejaste existir en el vacío para convertirte en una serpiente,
ambos egoístas y mentirosos pero unidos por algo aparentemente ilusorio que iremos descubriendo con el tiempo...
Hora de irse pequeño, es tiempo de volver a esa forma humana que tanto nos atormenta...

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