jueves, 18 de noviembre de 2010


Tienes miedo, se ve en tus ojos. Vas a temblar...

2603

Aún recuerdo aquella sombra detrás de la ventana, aun recuerdo tus manos, tus cabellos, y tus ojos de cristal que se iluminaban al mirarme. Aun recuerdo el color tan blanco de tu piel y aquel particular peinado que combinaban perfectamente con la falda azul y la blusa blanca que siempre te gustaban vestir. No solo te debo mi adicción al chocolate y a la coca cola, ni aquellas canciones repetitivas que nunca escuchabas pero que siempre solias cantarme. Te debo todo lo que soy, mi nombre, mi rostro, mi manera tan simple e incondicional de amar y aquella voz que no volveré a escuchar pero que está mas que guardada dentro de mi.

Te dije cuanto te extraño? ... Creo que lo sabes perfectamente.

Pd: No hay un dia que no piense en ti. La sombra sigue detrás de la ventana y tus pasos siguen rondando la habitación.

martes, 28 de septiembre de 2010

SUEÑO

Dejé mi sonrisa colgada en la esquina de tu cama y mi corazón atado a tu brazo izquierdo. Luego despertaste de un salto y le dijiste a aquel dragón inerte que era hora de partir. El no dijo nada y yo solo atine a agarrarme las manos tratando de no despertar. Era demasiado tarde. Todo fue un sueño...

martes, 31 de agosto de 2010

METÁFORAS.

Hoy decidí escribirte canciones al oido mientras tus dedos acariciaban mi espalda,
Hoy era el momento en que debía abrazarme a tus piernas mientras me agarrabas las manos para que no escapase,
No me basé en una foto, o un poema, ni mucho menos en algún recuerdo bajo el humo de un cigarro,
solo en aquel oscuro ser que desgarró la habitación y al cual decidimos rendirle pleitesía.
Así que dijimos esas palabras memorables que luego olvidamos en el tiempo pero que se que todavía estan en tu memoria,
tal vez fue un conjuro, una canción o un hechizo,
todas acompañadas de mil sonrisas, gritos sordos y seres ausentes en la oscuridad de la noche.
Este sueño inerte pasó tan rápido como las horas muertas de tu reloj y fue ahi cuando llegó la hora de irse.
Aun recuerdo esas palabras que nos convertían en nuestros únicos dioses y con las que formabamos nuestra propia religión.
Yo dejé de ser un roedor para convertirme en león y tu dejaste existir en el vacío para convertirte en una serpiente,
ambos egoístas y mentirosos pero unidos por algo aparentemente ilusorio que iremos descubriendo con el tiempo...
Hora de irse pequeño, es tiempo de volver a esa forma humana que tanto nos atormenta...

lunes, 9 de agosto de 2010

AL LADO DE MI CAMA

Hoy decidi escribirle a un recuerdo infame, a aquel ser que supo como entrar en mis sueños en una tarde de abril. Hoy decidí reconstruirte, inventarte nuevamente. Hoy quise encontrar esa sombra que siempre estuvo al lado de mi cama y que me enseñó a amar.
Aún vivo en tu recuerdo, en aquel pasado en el cual jugabamos a ser dueños del mundo, donde no existia nada ni nadie, donde aprendí a escucharte, amarte y a disfrutar cada momento contigo.
Lamentablemente, con el paso del tiempo a este fantástico ser le brotaron alas de seda y fue desapareciendo lenta y sigilosamente; aún siento que sigue aquí, todavía puedo recordar su rostro, sus manos, su olor. Solo que ya no se como se oía su voz ni mucho menos lo que solía decirme al oido mientras me quedaba dormida.
Pensé en volver a dormir, encontrarlo de nuevo en mis sueños y preguntarle el porque de su ausencia, pero llegué a la conclusión de que el solo era una proyección de mis recuerdos, aquel ser que alguna vez conocí, no se cuando ni donde pero que he de encontrar en alguna otra vida...
CAMINOS DEL ESPEJO
I
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche.
III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.
VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.
VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.
VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.
IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.
X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.
XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.
XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.
XIII
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo? Deseaba un silencio perfecto. Por eso hablo.
XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.
Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.
XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.
XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.
XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.
XIX
Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.